Sabiduría Popular

Hace un par de días comprobé empíricamente la sabiduría que recogen los dichos y proverbios. Quería cortarme el pelo y fui donde un marroquí, que se instaló hace unos meses cerca de la casa. Al igual que con todas las cosas, los precios de las peluquerías en Frankfurt están por las nubes. Y estoy hablando en serio, ya que un corte de pelo acá cuesta entre 25 y 30 euros ( US $ 37) donde es barato, mientras que en Colonia por el mismo servicio no cobran más de 20 €. Incluso, yo donde mi amiga turca pagaba 14 € y me dejaba como David Beckam (uhm! quizás por eso ya hace n tiempo, que no me llaman para un nuevo foto-shooting de Düsseldorf .... )

Bueno, el marroquí con el objeto de captar clientes, se instaló con una oferta de 10 euros para cualquier servicio …. y después los alemanes alegan que los extranjeros les roban el trabajo …. Obviamente, con ese precio se llenó. Yo fui a pocos días de la inauguración y me dejaron muy bien. La atención nada que objetar. Sin parangón y ni pensar en comparar con los germanos, que aunque no quiero generalizar, son siempre caros y malos.

Sin embargo, ahora después de cuatro meses la cosa es diferente. Uno ya sabe que toda escoba nueva barre bien. Cuando entré me atendió una mujer que no había visto en las ocasiones anteriores y apenas comenzó a cortar pense para mí, "esto no va a terminar bien". Claro, más vale diablo conocido que diablo por conocer. Así es que le pedí que no me cortará muy corto, pues con los tijeretazos que me dejó ahora tendré que ir a otro peluquero a que me arreglé, ya que lo barato siempre cuesta caro.