Trenes alemanes: ¿puntuales? (updated 2)

La puntualidad, una de las virtudes germanas más conocidas en el exterior, parece ir quedando lentamente en el pasado. Al menos eso reflejan las cifras de puntualidad de los trenes del Deutsche Bahn (DB), que sólo promedió 67% en los últimos meses de acuerdo a los datos del informe de puntualidad de la propia empresa y publicados por el SZ. De acuerdo a los estándares de la empresa, un tren no es puntual cuando su llegada o partida se produce 5 minutos después de la hora fijada. Nada pensaran algunos, pero todo un problema de logística si se considera que por los andenes de las principales metrópolis alemanas en las horas punta los trenes pasan uno detrás de otro. Esto es realmente una mala noticia si se considera la importancia de las conexiones ferroviarias en Alemania, donde diariamente viajan miles de personas entre distintas ciudades y regiones. Sólo basta con mencionar que por la estación central de Francfort transitan diariamente 350 mil pasajeros.

Así, si antes se justificaban mis carreras por los halls de las estaciones de Stuttgart, Munich o Colonia para llegar a tiempo y no quedarme con la puerta en la nariz o con el bolso atascado en la puerta, ahora sé que al menos cuento con un par de minutos extra para llegar a la estación o considerarlos para no llegar atrasado si es que voy a una cita. Aunque esto tampoco me sirve de mucho porque también debería incluir en mis cálculos la famosa Ley de Murphy: Es típico que si vas atrasado a la estación, el tren sale a la hora, y si requieres puntualidad, el tren se atrasa. En conclusión, mejor tratar de llegar a la hora o con anticipación, pues historia aparte son los problemas con las maquinas automáticas para comprar boletos, que a veces no aceptan las tarjetas de débito y más de alguna vez me han hecho transpirar helado y me han dejado contemplando como el tren se aleja de la estación.

ICE, los más impuntuales

Los ICE, los trenes estrella de los alemanes, tuvieron, sobre todo en septiembre y octubre, un índice de puntualidad bastante malo. En septiembre, por mencionar un par de casos, sólo el 50% de los trenes entre Francfort y Berlín llegó a la hora. Registro que mejoró sólo a 51% en octubre. Los convoyes entre Francfort y Munich tampoco tuvieron un mejor desempeño y apenas llegaron al 55%. Otros casos donde los problemas se hacen cada vez más frecuentes son las rutas Francfort - Amsterdam, Hamburgo - Stuttgart - Basilea y Dortmund - Stuttgart.

La meta de la empresa es que el 87% de los trenes de larga distancia salga y llegue a la hora. Sin embargo, las últimas cifras evidencian que su meta está bastante lejos, pues en promedio sólo dos tercios de los convoyes llegó a la hora. Estos datos contrastan con la puntualidad registrada durante el Mundial de Fútbol cuando se logró que el 85% de los trenes fuera puntual. Claro, pues como auspiciador oficial y medio de transporte de entrada al país, la empresa no podía quedar mal y había que mostrar que en Alemania todo funciona perfectamente y que la puntualidad y el orden son las máximas de la nación. No obstante, los que llevamos tiempo acá ya sabemos que eso no pasa de ser una generalización y que la realidad, a veces, es bastante diferente.

El problema es que la impuntualidad ferroviaria se ha vuelto rutina. Hace unas semanas corríamos por Düsseldorf para tomar un tren a tiempo y cuando llegamos nos encontramos con un caos descomunal. Sí, acá no todo es orden como muchos se imaginan. De partida, el tren no saldría del andén programado, sino de otro. Luego, se informó que sólo se podrían utilizar los vagones de la locomotora trasera –se trataba de dos trenes acoplados-, así es que todo el mundo corriendo con maletas y bolsos de un lado a otro del andén y finalmente entre los sonidos guturales que se oían por los parlantes, donde ni siquiera los alemanes nativos entendían bien lo que se decía, se avisó que el tren saldría de otro anden. Al final partimos con casi una hora de retraso y veníamos igual que lata de sardinas… y del precio mejor ni hablar, pues cada vez que tomas un ICE pagas un sobreprecio por viajar a 300 km./h. Pero no crean que viajar en auto por la autopista sea una solución, pues de los atochamientos que se producen a veces, mejor ni hablar…

Causas:
Al igual que en otros ámbitos, el empeoramiento del servicio se debe principalmente a la insuficiencia de recursos para sanear y mantener el tendido ferroviario. Esto se ha traducido en un incremento de los tramos donde los trenes deben reducir su velocidad que impiden la circulación de los convoyes a las velocidades contempladas en los planes de viaje. (Ojo! ya se aprobó un alza de tarifas de 3,9% para el valor de los boletos de los trenes de larga distancia y cercanias para el 2007).

* En la foto tomada de la página de Demostadt se ve un caso extremo donde el tren tiene más de dos horas de retraso.

El fin de semana viajé a Stutgart y mi experiencia no fue mejor a lo que les he contado. Al llegar a la estación para la ida, en el anden por donde salía mi tren, aún no llegaba un tren que debía haber salido hacia 15 minutos. Luego, cuando me cambié en el aeropuerto, el tren salió desde un anden diferente al programado, información que más encima había corroborado el conductor cuando llegó a la estación. Así es que ojo viajeros, fijáos bien en los letreros que están en los andenes y los que porta el mismo tren, ya que si os guiáis por lo que dicen los billetes es muy probable que lleguéis a cualquier parte, menos a donde vais. El regreso fue similar. Retrasos y cambios en la ruta. Como comentaron algunos: una situación que antes era absolutamente impensable en Alemania.