Muchos medios ya titulan y celebran el triunfo de Ángela Merkel sobre Gerhard Schröder por el sillón de Canciller. ¿Qué ganó Merkel?, ¿Qué perdió Schröder? Aunque aún más interesante sería saber ¿Qué ganó la gente?, ¿Cómo seguirán las cosas en Alemania? y ¿Cuál es el marco político y económico que pueden esperar las empresas y los inversionistas para los próximos años?
Las primeras preguntas se van aclarando de a poco y el objetivo de los políticos también. La lucha de poder de la CDU y Ángela Merkel dejó en claro, que más allá de las ideas lo importante era saber quién se quedaba con qué. Tal como dijeron los verdes un triste espectáculo.
Muchos dicen que el Gobierno de Ángela Merkel será el de una canciller –la primera mujer en la historia de Alemania- de centro derecha con un gabinete de centro izquierda. Para quedarse con el trono, Merkel cedió 8 de 16 ministerios, entre otros RR.EE., Finanzas, Trabajo, Salud, Medioambiente, Justicia, Vivienda y Urbanismo y Desarrollo. La derecha se quedó con Economía y Tecnología, Interior, Defensa, Familia, Educación, Defensa del Consumidor y Agricultura.
Después de su comunicación, la derecha comentaba que los socialistas tenían los cargos más emblemáticos y donde se necesitan más reformas. Sin embargo, los socialistas se quejaban de que ellos tenían sólo los problemas y nada para planificar a futuro. Buen comienzo parece...
Gobierno coordinado
La pregunta clave es ahora cómo funcionará un gobierno donde el ministerio de Economía lo encabeza el líder de la CSU, Edmund Stoiber, y el de Finanzas un político socialista. Al menos a mí esa combinación no me cuadra en lo absoluto. De seguro, las finanzas terminarán igual, y en el mejor de los casos, sólo levemente menos descuadradas de lo que están. El Gobierno de Merkel no logrará en ningún caso propiciar las profundas reformas que Alemania necesita para echar andar definitivamente su economía.
Mucha gente piensa que un Gobierno de coalición cuenta con un gran apoyo para despachar leyes. Sin embargo, yo me pregunto cómo se verán esas leyes dialogadas por dos partidos que si bien es cierto, no tienen ideas tan diametralmente opuestas, sí tienen una concepción totalmente diferente de hacer las cosas.
Hace una semana más de 2/3 de los consultados pensaban que una gran coalición sería una buena salida a la crisis. Hoy eso lo piensa sólo el 51% de los entrevistados. Claro, entre discusión y discusión, el tiempo pasa y la gente se desilusiona nuevamente.
El Gobierno se paralizó más o menos en mayo pasado y si Ángela Merkel consigue los votos de apoyo para ser nombrada Canciller sólo será investida a mediados de noviembre. ¿Por qué los alemanes son siempre tan lentos para hacer las cosas?, ¿Por qué siempre tienen que complicar las cosas más de lo que ya están?, ¿Por qué son incapaces de buscar fórmulas sencillas?
Estabilidad
Ahora ya tenemos seis meses de parálisis política. El juego político tiene aún para rato y el país sigue inmóvil en medio del pantano de la crisis económica. ¿Cuánto tiempo más seguirá así?, ¿El mismo tiempo que Ángela Merkel se mantenga en el poder? Y por qué digo si Merkel consigue los votos para ser investida, simplemente porque su respaldo oficial se limita sólo al 35% de los Parlamentarios. A los chilenos eso nos suena conocido. Ungir a un mandatario que no cuenta con la mayoría no es sinónimo de estabilidad para el futuro.
Hace unos momentos no pude contenerme la risa al ver la cara de asombro de una reportera del canal estatal, cuando el líder de los socialistas declaró: “Todo recién comienza. Si los partidos no se ponen de acuerdo en los asuntos de fondo de aquí a noviembre no habrá Gran Coalición". Si bien es cierto eso puede sonar a pataleta de último minuto tras la derrota de su amigo Gerhard Schröder, queda patentísimo lo frágil que es la constelación política que apoya a Merkel y peor aún, lo difícil que será llevar a cabo las reformas y lograr un avance.
Entonces de quién es Canciller Ángela Merkel. ¿Cuándo se inicia su gobierno?, ¿Quién la apoya?, ¿Cuáles son sus ideas? Todo sigue siendo una gran incógnita. Más aún, casi una burla para los electores. Si la gran coalición se concreta, Merkel no podrá sacar adelante casi ninguno de los proyectos por los cuales la gente votó por su partido.
Ante esas dubiosas perspectivas, yo ya casi me preguntaría ¿Cuándo se acaba este Gobierno?, ¿Cuándo serán las nuevas elecciones? Si Gerhard Schröder tuvo problemas con su propio partido para iniciar unas reformas, cómo se las arreglará Ángela Merkel para manejar a los dos. Al menos las peleas entre los políticos serán más divertidas que nunca.
Pobre Angie. Nadie le hace la vida fácil. Sus amigos liberales ya le dieron la espalda por tranzar en reformas clave y yo creo que ella ya se pregunta y ¿ahora quien podrá ayudarme?
10 October 2005
¿Angela Merkel Canciller?
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1 comment:
El problema Herr Dr Cofre es que Alemania no saldrá de su marasmo económico con un gobierno de coalición. Ni con un gobierno de la CDU ni con uno de la SPD: quien se atreverá a cortar con el estado benefactor? quien se atreverá a hacerle un parelé a la UE e impedir que Turquía entre al club de los 25? quién tomará la decisión de salirse del euro y ganar competitividad cambiaria?
Glup.
Andres Palma
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