El desinterés, el desencanto, el aburrimiento y el hastío de la política fueron los ganadores indiscutidos de las elecciones del fin de semana pasado. Tres estados federados (Renania Palatinado, Baden Württemberg y Sajonia-Anhalt) convocaron a las urnas para elegir nuevos parlamentos, mientras que el estado de Hesse llamó a renovar los gobiernos comunales. No obstante, el llamado a participar tuvo escaso o nulo eco. La lluvia, una campaña de los grandes partidos que hasta podría calificarse de bajo perfil –los grandes partidos están juntos en el Gobierno federal-, y la actual situación política atentaron contra la participación ciudadana.
Más allá de los resultados obtenidos por cada partido llama la atención la extremadamente baja participación. En Sajonia-Anhalt, uno de los estados federados del este, el número de votantes sólo llegó a 44,4%, una baja considerable frente a la participación de 56,5% del 2002 y al 71,5& de 1998. En Renania Palatinado la participación descendió de 62,1% a 58,2%, mientras que en Baden Württemberg totalizó 53,4% con una baja de 9,2 puntos porcentuales.
Un nivel de participación inferior al 50% incluso me hace cuestionar la representatividad de los personeros elegidos. Sin embargo, en Alemania la votación es libre –no obligatoria, como por ejemplo, en Chile- y por lo tanto la gente está en su derecho de no votar. Si la gente no concurre a votar es su decisión.
Pese a lo anterior, creo que los partidos ganadores en cada estado no deberían estar tan felices. La CDU ganadora en Stuttgart, la capital de Baden Württemberg, obtuvo 44,2 frente al 44,8 de la elección pasada. Casi nada pensará la mayoría, pero una pérdida cercana a los 300 mil votos si se compara con la elección anterior. En ese Estado destacó la estrepitosa perdida de votos de los socialistas y el alza de los verdes a 11%. (En los otros estados no hubo cambios tan dramáticos, salvo la ausencia de electores).
El Ministro Presidente de Sajonia Anhalt dijo incluso que su próximo gobierno compuesto por la CDU y el SPD apenas representa al 26% de los electores. Penoso por decirlo de alguna forma y una cifra preocupante. La gente está descontenta con la política. Una encuesta realizada por FORSA reveló que el 60% de los alemanes del este está disconforme con el sistema. El nivel de satisfacción sube en el Oeste, pero sólo llega al 40% de la población.
La política de grandes coaliciones ha tendido a borrar aún más las diferencias entre los grandes partidos y el accionar político propiamente tal está “algo” estancado por el momento. Las grandes reformas siguen en lista de espera, de nuevas reuniones, negociaciones, etc. Mientras tanto la gente se desilusiona y ve como las empresas siguen desarrollando planes para recortar empleos, llevar sus fábricas al extranjero y mira algo incrédula las cifras de mejoría del clima económico. Ellos saben que el impulso dinámico que haga despegar realmente la economía no llegará ni con el Mundial de Fútbol y quizás tampoco con el Gobierno de la gran coalición. Entonces para que perder el tiempo en una votación.*
El estado federado de Hesse tiene un derecho electoral comunal que apunta a lograr mayor representatividad. Sin embargo, implica ir a votar casi con un manual, en votos en los cuales hay que marcar hasta más de 90 preferencias. Al menos existe la posibilidad de otorgar tres votos a un candidato con lo que el número de cruces se reduce al menos a 30. Nuevamente los alemanes son insólitos.
Más allá de los resultados obtenidos por cada partido llama la atención la extremadamente baja participación. En Sajonia-Anhalt, uno de los estados federados del este, el número de votantes sólo llegó a 44,4%, una baja considerable frente a la participación de 56,5% del 2002 y al 71,5& de 1998. En Renania Palatinado la participación descendió de 62,1% a 58,2%, mientras que en Baden Württemberg totalizó 53,4% con una baja de 9,2 puntos porcentuales.
Un nivel de participación inferior al 50% incluso me hace cuestionar la representatividad de los personeros elegidos. Sin embargo, en Alemania la votación es libre –no obligatoria, como por ejemplo, en Chile- y por lo tanto la gente está en su derecho de no votar. Si la gente no concurre a votar es su decisión.
Pese a lo anterior, creo que los partidos ganadores en cada estado no deberían estar tan felices. La CDU ganadora en Stuttgart, la capital de Baden Württemberg, obtuvo 44,2 frente al 44,8 de la elección pasada. Casi nada pensará la mayoría, pero una pérdida cercana a los 300 mil votos si se compara con la elección anterior. En ese Estado destacó la estrepitosa perdida de votos de los socialistas y el alza de los verdes a 11%. (En los otros estados no hubo cambios tan dramáticos, salvo la ausencia de electores).
El Ministro Presidente de Sajonia Anhalt dijo incluso que su próximo gobierno compuesto por la CDU y el SPD apenas representa al 26% de los electores. Penoso por decirlo de alguna forma y una cifra preocupante. La gente está descontenta con la política. Una encuesta realizada por FORSA reveló que el 60% de los alemanes del este está disconforme con el sistema. El nivel de satisfacción sube en el Oeste, pero sólo llega al 40% de la población.
La política de grandes coaliciones ha tendido a borrar aún más las diferencias entre los grandes partidos y el accionar político propiamente tal está “algo” estancado por el momento. Las grandes reformas siguen en lista de espera, de nuevas reuniones, negociaciones, etc. Mientras tanto la gente se desilusiona y ve como las empresas siguen desarrollando planes para recortar empleos, llevar sus fábricas al extranjero y mira algo incrédula las cifras de mejoría del clima económico. Ellos saben que el impulso dinámico que haga despegar realmente la economía no llegará ni con el Mundial de Fútbol y quizás tampoco con el Gobierno de la gran coalición. Entonces para que perder el tiempo en una votación.*
El estado federado de Hesse tiene un derecho electoral comunal que apunta a lograr mayor representatividad. Sin embargo, implica ir a votar casi con un manual, en votos en los cuales hay que marcar hasta más de 90 preferencias. Al menos existe la posibilidad de otorgar tres votos a un candidato con lo que el número de cruces se reduce al menos a 30. Nuevamente los alemanes son insólitos.
8 comments:
No sé qué es peor, dejar que voten los que quieran y cuando quieran y arriesgarse así a que sólo los candidatos y sus amigos participen u obligar a las personas a sufragar, aunque no les interés en lo más mínimo los resultados y acudan a las urnas a emitir un voto nulo. Lo que es yo, tengo orden de arresto en Chile por no presentarme a votar en la primera vuelta, pese a que me excuse en el Consulado de Chile en Vancouver. Veremos como pruebo que estaba acá.
Ceci profuga de la justicia? Yo incurri incluso en peor falta porque para esta eleccion me dio lata gastar 35 libras para pegarme el carisimo viaje a Londres por el dia para decirles una vez mas a los funcionarios consulares que me requeteconocen la obviedad de no poder votar por residir en Inglaterra... o sea, tener que pagar un dineral para NO ejercer mi derecho! No he visto un contrasentido mayor. Bueno, el post de Rene era sobre participacion electoral en Alemania, pero no pude evitar mencionar esta injusticia...
lo del voto voluntario me parece bien.Pero al parecer la indiefrencia electoral va aumentando universalmente..en usa vota como el 50% de la poblacion no?
abrazos
De acuerdo con el voto voluntario .... recien ahora con 30 primaveras me siento lo sufucientemente maduro como para realizar un voto responsable en las urnas....
Entre las nuevas politicas de inmigracion, la tasa de natalidad y este post no me estan quedando ganas ni siquiera de ir a visitar a mis amigos a Hamburgo... honestly, un poroto para los arios de vez en cuando !!!
As usual, Good post
Have a nice weekend together with ur family
Que hacer, es el tema, porque una mala democracia es siempre mejor que una buena dictadura o el populismo de cualquier tipo. ¿Cómo los y las ciudadanos nos hacemos cargo y no andamos culpando a otros por nuestros propios pecados civicos? Quizas en democracia la normalidad aburra, el tema es como hacer...para ser. En fin, un abrazo desde el sur.
Yo creo que asi como uno tiene derechos ... tiene deberes ... y uno de esos deberes es votar .... si a mi no me gusta algo .... el voto es sino la unica forma de hacerlo notar ... los partidos y los candidatos no contemplan el hecho que uno vote nulo ... o que no vote ....
Igual eso de que el voto no es obligatorio lleva a lo que hay en Alemania .... que no se cambia de otra forma que votando.
Saludos,
Patricia
No se si llamarle falta de interes al no votar, o si llamarle, falta de costumbre de ir a votar, pero si en Mi Pais, Nuestro Pais, ocurriese algo asi (en caso de uqe el votar o no sea a libre eleccion) sucediera algo asi, me imagino que Yo en lo personal, sentiria que hay un retroceso... esta ocurriendo eso en Alemania? como lo sientes? saludos mi amigo Rene, estoy atento a ver lo que sucede alli. un abrazo y muchos muchos saludos.
SEBASTIAN DQ.
Ceci: Es verdad. La participación ciudadana es un tema realmente importante para la validación de las políticas a nivel ciudadano.
Interticio: Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Además no es lo mismo la CDU con 50% de aprobación que la CDU con el SPD en el Gobierno. Ya sabemos que acá van a paso de tortuga, pero al menos se puede tratar de evitar un mayor descalabro.
Pablo: Sí, en USA vota cerca del 50% de la gente, pero la sociedad es totalmente diferente. Por lo que no creo que se pueda comparar totalmente con lo que ocurre en Alemania.
Aileen: efectivamente hay un fuerte componente de desilución con la política, que no se puede obviar. No se si te fijaste en las estadísticas sobre el grado de conformidad de los alemanes con la política.
Héctor y Patricia: Efectivamente, participar es la clave. Bien dicen que quien calla otorga.
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