Criminalidad en Europa: Cuidado en Irlanda y UK

Alerta en Tallin! La capital de Estonia registra altos índices de criminalidad © RCB

Los habitantes de Gran Bretaña e Irlanda son los más afectados por la criminalidad en Europa de acuerdo al European Crime and Safety Survey. El estudio fue realizado por EUICS Consortium (integrada entre otros por el Max Planck Institut, UNICRI de Naciones Unidas y Gallup Europe), que consultó la percepción y la experiencia de más de 41 mil personas de los 15 miembros antiguos de la Unión Europea más Estonia, Polonia y Hungría.

Sus resultados revelaron que en promedio el 15% de los consultados había sido víctima de un crimen en los últimos doce meses (una baja desde el 21% registrado en 1995) y que las naciones más peligrosas son Irlanda, Gran Bretaña, Estonia, los Países Bajos y Dinamarca, cuyos niveles de criminalidad son 30% más altos que el promedio. Alemania se ubicó en la media de los países participantes, mientras que España, Hungría, Portugal y Finlandia registraron los menores índices.

UK y Londres

El estudio dejó de lado las estadísticas policiales para conocer la realidad de las personas y no sólo midió la percepción a nivel nacional y sino también específicamente en las capitales. En este último punto, Londres encabezó los resultados. Allí el 32% de los encuestados declaró haber sido víctima de algún delito en el último año, entre los que se contabilizaron robos a propiedades, asaltos, robos de automóviles, violaciones y agresiones entre otros. La isla en su consunto registra el mayor nivel de robos y asaltos a domicilio y niveles superiores al promedio europeo en cuanto a substracción de autos, atracos y carterazos, siendo superada sólo por Irlanda.

Personalmente no calificaría Londres como una ciudad peligrosa, pero mientras vivía allí presencié en varias oportunidades como la gente era cartereada en los típicos buses rojos cuando estos iban muy llenos y otra vez en Cardiff cuando a un turista le arrebataron una valiosa cámara fotográfica en una concurrida arteria de la ciudad. En todo caso esto fue hace ya más de seis años y estoy seguro que las medidas de seguridad han aumentado considerablemente. Pese a mi confianza, todos me recomendaban andar con cuidado, sobre todo cuando vivía en Knightsbridge y me bajaba del bus cerca de Hyde Park Corner o cuando caminaba desde Marble Arch a la casa. Quizás tuve suerte y nunca me pasó nada. A diferencia de mi primera visita a Alemania, donde en menos de dos semanas me robaron la billetera con mi carné de identidad y carné de prensa, entre otros, y todo con verdaderos dedos de terciopelo, pues ni me percaté.

Mi querida Estonia también debería ser un lugar para tener cuidado, pues ocupa el tercer lugar de criminalidad por país y su capital Tallin, el segundo mayor nivel de delitos de Europa. Aquí el mayor problema lo constituye el robo de automóviles, los carterazos y las estafas a los consumidores. Eso explica porque cuando visitamos la ciudad hace unos meses nos topamos en varias oportunidades con letreros que alertaban a las personas de los ladrones. Acá tampoco me pareció vivir un clima de peligrosidad. Quizás otra señal de que yo soy muy confiado.

La tranquila Alemania

Alemania como tal no parece un lugar peligroso, aunque registró un elevado nivel de delitos sexuales. Para esto basta con hojear algunos tabloides de la prensa amarilla o hurgar en la vida privada del círculo de conocidos. Por esto no es extraño que muchas mujeres porten spray de pimienta en sus bolsos. Si bien Berlín aparece en la mitad de la tabla con un 19% de personas que dijo haber sido víctima de algún delito, a nivel nacional la disputa está entre Hamburgo y Francfort. En esta última ciudad tuvieron un mal recibimiento unos amigos que venían por dos años a trabajar, pues al segundo día nos vimos en medio de una pelea a cortaplumas cuando salíamos de una discoteca y pasábamos por la entrada de un local vecino. Todo esto en el barrio más turístico de la ciudad. Por este mismo, pienso que los delitos y la criminalidad son inherentes a las grandes aglomeraciones urbanas y este tipo de incidentes pueden afectar a cualquiera en todo el mundo, con mayor o menor probabilidad.

Foto: Frankfurt entre las ciudades más peligrosas de Alemania © RCB

Peligrosidad de las capitales europeas*

La cifra entre paréntesis indica el procentaje de encuestados que declaró haber sido víctima de un delito en los últimos doces meses.

Londres (32%)
Tallin
Ámsterdam
Belfast y Dublín (26%)
Copenhague (24%)
Estocolmo (23%)
Bruselas (20%)
Berlín (19%)
París (18%)
Viena, Edimburgo y Roma (17%)
Helsinki (15%)
Madrid (14%)
Atenas y Budapest (13%)
Lisboa (10%)